Un estudio pionero del IDIS utiliza una proteína del sistema nervioso como posible biomarcador de la depresión mayor

30 October 2024

Santiago de Compostela, 30 de octubre de 2024.- La depresión es un trastorno psiquiátrico complejo en el que intervienen múltiples factores psicosociales, genéticos, epigenéticos y biológicos. Con el fin de encontrar biomarcadores que faciliten el diagnóstico de esta patología, el grupo de Investigación Traslacional en Enfermedades Neurológicas (ITEN) del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) ha publicado recientemente un estudio tituladoNiveles plasmáticos de cadena ligera de neurofilamentos en el trastorno depresivo mayor: breve informe de investigación” en la prestigiosa revista Frontiers in Psychiatry.

El estudio del IDIS está liderado por los investigadores Carlos Fernández Pereira, Roberto Agís Balboa y José María Prieto, este último jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Santiago de Compostela. El objetivo de la investigación es detectar pequeñas variaciones en los niveles de neurofilamento de cadena ligera (NfL), una proteína del sistema nervioso que puede ser indicativo de daño axonal y que se usaría como biomarcador para la detección precoz de procesos depresivos. “Este hallazgo permitiría una estimación o cuantificación del potencial daño cerebral, la monitorización y respuesta al tratamiento, haciendo posible así una predicción del curso clínico en el trastorno depresivo mayor”, señala Roberto Agís.

Actualmente, el diagnóstico de la depresión y de otras condiciones psiquiátricas se basa en una serie de escalas subjetivas que evalúan la sintomatología de los pacientes. “En cambio, esta investigación se apoya en los biomarcadores periféricos (moléculas, genes, proteínas) que pueden ser medibles de forma objetiva para reflejar un estado fisiológico alterado o patológico, en este caso, el biomarcador que escogimos es el neurofilamento ligero”, explica el primer autor del trabajo, Carlos Fernández.

Esta investigación se une a la evaluación de otras proteínas que poseen potencial como biomarcadores en la depresión, como la hormona del factor de crecimiento de la insulina IGF-2. “En el mismo contexto, varios proyectos en marcha del grupo ITEN están usando la tecnología SIMOA para el estudio de las demencias y la esclerosis múltiple, esperamos resultados prometedores en un futuro no muy lejano”, apuntan los investigadores.

Niveles de neurofilamento ligero (NfL)

Los niveles de NfL se han encontrado alterados en enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, Párkinson o la esclerosis múltiple, tanto en líquido cefalorraquídeo como en sangre. No obstante, el estudio del NfL periférico en trastornos psiquiátricos todavía no es suficientemente conocido. “En este caso, nos centramos en el estudio de pacientes con trastorno depresivo mayor, basándonos no solo en que supone un potencial factor de riesgo para otras enfermedades neurológicas, sino también por la relación existente con la función cognitiva”, explican.

“En el presente estudio, no hemos detectado una alteración estadísticamente significativa en los niveles de NfL en los pacientes con diagnóstico de depresión mayor, a pesar de una clara tendencia al alza con respecto al grupo control”, apuntan desde el equipo investigador. En la literatura científica se han encontrado resultados dispares, siendo que algunos estudios muestran niveles elevados de NfL en depresión comparado con controles sanos, mientras que en otros no se vieron cambios. En ningún caso se han encontrado niveles reducidos.  Algunos motivos que pueden explicar estas diferencias son el tamaño muestral, el tipo de técnica experimental empleada, aspectos demográficos como la edad, la distribución de sexos o el índice de masa corporal, así como el estadio o la severidad sintomatológica de la depresión.

El tratamiento farmacológico supone también un aspecto fundamental en el estudio de biomarcadores en los trastornos psiquiátricos, por ejemplo, como en el caso de antipsicóticos en el estudio de esquizofrenia. “Aspectos como el tipo de tratamiento antidepresivo, la dosis o la combinación con otros fármacos como los antipsicóticos o las benzodiacepinas, es de vital importancia a la hora de analizar su potencial influencia en los niveles periféricos de NfL”, explican.

Técnica SIMOA

Dado que el neurofilamento ligero se encuentra unas cuarenta veces más diluido en sangre, inicialmente se tomaban muestras del liquido cefalorraquideo. El proceso de obtención de la muestra requería de un procedimiento denominado punción lumbar, un método altamente invasivo e incómodo para el paciente. En este contexto, y gracias a la técnica SIMOA, “es posible medir la concentración del neurofilamento ligero de manera precisa en tejidos periféricos como el suero o el plasma, simplemente a través de una extracción de sangre”, explican. Esta metodología de adquisición de la muestra es mucho más rápida, barata y notablemente menos invasiva para los pacientes.

Se trata del primer estudio realizado en España en medir los niveles periféricos de neurofilamento ligero en pacientes con depresión, empleando la tecnología SIMOA. El Grupo ITEN del IDIS gestiona el SIMOA HD-XTM Automated Immunoassay Analyzer, el único equipo automatizado de Galicia y Noroeste. De este tipo, solo existen seis instalados en  España y ahora se pretende crear una Plataforma SIMOA para dar servicio a la demanda del IDIS, de otros centros de investigación e, incluso, de las empresas.

Referencia al artículo publicado en Frontiers in Psychiatry https://www.frontiersin.org/journals/psychiatry/articles/10.3389/fpsyt.2024.1476248/abstract

 

Más información sobre el IDIS

El Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) nace en 2008 fruto de la colaboración entre el Área Sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza (SERGAS) y la Universidad de Santiago de Compostela. Como eje de la investigación sanitaria gallega, está acreditado por el Instituto de Salud Carlos III ya desde el 2010. Su objetivo es identificar y desenvolver nuevas soluciones que den respuesta a los problemas de salud de la sociedad. Con un equipo de 1338 investigadores, 105 grupos de investigación, 50 M€ de fondos captados en el último año, el IDIS contribuye con su labor a incrementar el conocimiento de la salud y a la consolidación de la innovación en el sector sanitario.

Más noticias